Este es un principio básico en cualquier área de la vida. Sin embargo no me había puesto a meditarlo hasta hace unos días; ¡es más! Ni siquiera había recordado ese principio hasta hace unos días. Y es interesante porque ¡me pasó! Algo que se avivó en mi, algo que creí no podía pasarme (ahora que "soy grande"), me pasó.
No me siento con la confianza de decirlo abiertamente, por eso prefiero guardarmelo hasta que sienta que puedo hacerlo.
En fin, eso me sucedió tan de repente y comencé a alimentarlo de inmediato. Primero, fue saludable, hasta cierto modo... Pero después comencé a alimentarlo no muy sanamente. Las cosas se me estaban saliendo de control y yo no me daba cuenta. Parecia un gran globo a punto de explotar; no recuerdo cómo ni en que momento llegué a ese punto, pero cuando me di cuenta, deje de alimentarlo. Me habia dado por vencida y solo queria dejarlo ir, que desapareciera.
En este momento,no se si ha muerto o solo duerme. Estoy bastante frustrada por ello, ¡porque me confunde! Me encuentro en un punto medio donde no se donde ir. Se que todo se solucionara con el tiempo y, la verdad... Espero que no muera. No es algo que pase todos los dias... Pero tampoco quiero alimentar algo que al final terminara acabando con mi vida. Quiero alimentar a un gatito, no a un dragón.
Quiero (y debo) tomar una buena decisión...
